Hola cocineret@s. Hoy os quiero dejar la receta de una tarta que he comido miles de veces. Mi madre es experta en esta deliciosa, suave y "ligera" tarta.
La prepara desde que tengo uso de razón y le sale como a nadie, es una especie de seña de identidad de mi madre reposterilmente hablando. Es su versión personalizada de tarta cuajada y claro está, le dedico esta entrada a ella.
Quien haya venido a mi casa cualquier domingo a la hora del café de la sobremesa, habrá probado esta tarta segurísimo.
Es una tarta muy sencilla de elaborar, que no precisa de horno, y que gusta a todo el mundo por su suavidad y por las muchas posibilidades de sabores que puede tener dependiendo de la confitura que utilicemos para cubrir la superficie.
Para una tarta de unas 10-12 raciones necesitamos:
1 paquete de bizcochos de soletilla
1 sobre de cuajada
0,8 l. de leche entera
1 ramita de canela
1 vaina de vainilla
1 brick de nata
10 cucharadas de azúcar soperas
mantequilla
mermelada de fresa
En un molde rectangular tipo Pyrex grande, untado bien con mantequilla, disponemos los bizcochos de soletilla de forma que cubramos todo el fondo. Que quede bien forrado de bizcocho. Es muy útil cortar los extremos de los bizcochos (que son ovalados) para darles forma rectangular y que encajen mejor entre ellos.
Por otro lado, vertemos la leche (menos un vaso que me reservo) y la nata en un cazo con una ramita de canela y con la pulpa de una vaina de vainilla.
Llevamos a ebullición con el fuego bajo, y cuando ya esté muy caliente antes de hervir añadimos el azúcar. Ésto lo hacemos así para que el azúcar no caramelice y no se agarre al fondo del cazo.
Cuando hierva, añadimos el preparado de cuajada disuelto en el vaso de leche que nos hemos reservado antes.
Removemos sin parar hasta que hierva de nuevo. Entonces, retiramos del fuego unos segundos sin parar de remover y volvemos a poner al fuego para que vuelva a hervir.
Llevamos a ebullición con el fuego bajo, y cuando ya esté muy caliente antes de hervir añadimos el azúcar. Ésto lo hacemos así para que el azúcar no caramelice y no se agarre al fondo del cazo.
Cuando hierva, añadimos el preparado de cuajada disuelto en el vaso de leche que nos hemos reservado antes.
Removemos sin parar hasta que hierva de nuevo. Entonces, retiramos del fuego unos segundos sin parar de remover y volvemos a poner al fuego para que vuelva a hervir.
Vertemos sobre el molde de bizcocho, y dejamos reposar hasta que enfríe.Si tenéis prisa dejad que entibie y entonces meter al frigorífico un par de horas.
Podemos guardar en el frigorífico antes de servir ya que fresquita está mucho más buena. Al menos a nosotros nos gusta más así.
Y esta es la receta de la tarta cuajada de mi madre que durante muuuuuuchos años hemos tomado y tomamos, hecha con todo el amor.
Gracias mamá por enseñárnosla!!!
Gracias mamá por enseñárnosla!!!
Espero que os haya gustado.
Ciao!!!!
¡¡Esta la hago en 3, 2, 1....!! vaya pinta!! Tu madre es una artista, tienes a quién parecerte ;)
ResponderEliminar¡¡Besos!!