Con el furor que ha causado en las redes sociales este pastel de queso, he acabado por sucumbir a la receta, por simple curiosidad. Más fácil no puede ser, con sólo tres ingredientes, y el sabor es estupendo así que ha merecido la pena.
Os animo a prepararla si es que aún no lo habéis hecho. Además, aprovechando que en pocas semanas estamos en Navidad, podéis apuntarla como postre para una comida o cena familiar presentada con alguna guinda roja y una ramita de menta ¡¡Quedaréis como reyes!!!
PASTEL DE QUESO JAPONÉS
5 huevos M
200 gr. de chocolate blanco
200 gr. de queso en crema o de untar
Vamos a empezar forrando el molde donde vayamos a hacer el pastel con papel de horno, fondo y paredes. Queda mejor en molde redondo y si es desmoldable, mejor. El mío es de 22 cm. de diámetro.
Engrasamos el papel con un poco de mantequilla o aceite de girasol. Forramos por fuera con papel de aluminio para que no entre agua en la cocción.
Ponemos a precalentar el horno a 170º y dejamos dentro una fuente o bandeja con agua para cocer al baño maría. Tiene que caber el molde y tener profundidad suficiente para que el agua cubra hasta la mitad más o menos de nuestro molde.
Separamos yemas y claras de los huevos.
Fundimos el chocolate blanco partido en porciones al baño maría o en el microondas. Tened cuidado si lo hacéis en el micro porque se funde muy rápido y puede quemarse, lo mejor es ponerlo 30 segundos, dar vuelta, poner otros 10 segundos y así hasta que veamos que se funde sin quemarse.
Mezclamos el chocolate fundido con el queso crema y añadimos las yemas una a una hasta integrar bien.
Montamos las claras a punto de nieve y las vamos agregando poco a poco a la mezcla de chocolate, mezclando con movimientos envolventes para que no se bajen las claras.
Vertemos la mezcla en el molde y lo ponemos en la fuente al baño maría. Horneamos a 175º durante 15 minutos, luego bajamos la temperatura a 160º y horneamos otros 15 minutos y por último dejamos otros 15 con el horno apagado, pero cerrado.
Sacamos, dejamos templar, desmoldamos y servimos.
Podemos espolvorearlo con azúcar glas para darle un toque de dulzor, pero es opcional.
Queda muy rico y esponjoso. ¡¡Me ha gustado bastante y creo que repetiré!! Mirad qué corte.....
Espero que os haya gustado. Ahora toca disfrutarlo. ¡¡Buen provecho!!
Ciao.
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