LA FELICIDAD NACIÓ EN UN HORNO: TARTA DE CEREZAS ENREJADAS

Hola cocineret@s. Ya es lunes y os traigo una receta fantástica de la súper tarta que ha salido de mi horno este fin de semana. Tenía muchas ganas de hacerla y muchas más de compartirla con vosotros, así que me vino de cine que nos llamaran los tíos Joaquín y Tere para ir a recoger cerezas al pueblo. Unas cerezas riquísimas, recién cogidas que aprovechamos para convertir en una deliciosa TARTA DE CEREZAS ENREJADAS que compartimos con nuestros amigos en un fantástico "día de la bici".

Se trata de uno de los postres más vistosos y bonitos desde mi punto de vista, ese aspecto rústico de la típica tarta americana que hemos visto mil veces en la tele, con esos colores vivos, el enrejado que la adorna y sobre todo un fantástico, dulce y delicioso sabor que hará que no sobre ni una migaja.

Para una Tarta de Cerezas Enrejadas de 10 raciones necesitamos:

Para la masa quebrada (250 gr. de harina, 2 cucharadas de agua, 150 gr. mantequilla y una pizca de sal).

Para la crema pastelera (6 yemas de huevo, 250 gr. azúcar, 1 lto de leche,100 gr. harina, 50 gr. maizena, vainilla en rama, canela en rama, peladura de limón).

Para el relleno (500 grs de cerezas sin hueso, canela en rama, 200gr. azúcar, 2 cucharadas de maizena, 100 ml. agua).

La masa quebrada la podemos comprar ya hecha pero como de verdad está buena es casera, así que os animo a que la hagáis vosotros mismos. Es muy fácil, simplemente tenemos que mezclar la harina con la mantequilla, las 2 cucharadas de agua y la pizca de sal. Al principio yo usaba mantequilla a temperatura ambiente sin embargo, y siguiendo sabios consejos de otros compañeros blogueros, creo que se hace mucho mejor con la mantequilla fría.

Hay que mezclar todo con las manos hasta obtener una masa homogénea. Tranquilos porque es normal que se nos rompa, pues la textura es quebradiza, de ahí su nombre de masa quebrada. No os preocupéis, seguid trabajándola hasta que consigáis una masa homogénea y podáis hacer una bola. La envolvemos en film y la reservamos en la nevera hasta que la usemos.

Para empezar, deshuesamos las cerezas y las ponemos limpias a cocer en un cazo con medio vasito de agua, azúcar y una ramita de canela. Tienen que cocerse por lo menos durante 15 minutos. Yo les echo un chorrito de licor sin alcohol de avellana.

Mientras, preparamos la crema pastelera como se explica aquí.

Vamos precalentando el horno a 180º.

Extendemos la masa quebrada sobre un molde redondo forrado con papel vegetal de modo que la masa cubra bien las paredes del molde. Lo mejor es que sobresalga hacia afuera.

Cubrimos con papel de aluminio bien pegado a la masa, y metemos al horno a 180º ya caliente, durante unos 10-15 minutos. Ésto lo hacemos así para que la masa no suba, aunque también podéis usar el truco de poner garbanzos encima, pero en mi caso no ha hecho falta.

Por otro lado, y antes de retirar del fuego las cerezas, les agregamos un par de cucharadas de maizena disueltas en un dedo de agua fría. Removemos para que espese bien. Apagamos el fuego y trituramos.

Sacamos la tartaleta del horno y dejamos templar. Rellenamos con la crema pastelera.

Vertemos encima la crema de cerezas triturada y extendemos bien.

Decoramos la parte superior con tiras de masa quebrada de unos 2 cms. de grosor cruzándolas haciendo forma de rejilla y pintamos la masa con huevo batido para que al dorar quede un color más bonito y brillante.