Para vosotros

Hay muchos momentos de felicidad, pero el que nunca falla es el de estar ante una rica receta recién horneada, alrededor de una mesa y rodeado de los nuestros. Os prometo momentos de felicidad acompañados de dulces, tartas, cupcakes, pasteles, galletas, magdalenas, pastas, panes y mil delicias más dulces y saladas

miércoles, 2 de diciembre de 2015

CHEESECAKE DE CARAMELO Y TOFFEE

Después de algún tiempo de pausa en el blog, y sólo en el blog, porque mi horno no ha parado de trabajar, regreso con muchas ganas de compartir mis recetas favoritas. Algunas llevaba mucho tiempo queriendo hacer y por unas cosas u otras nunca llegaba el momento, y otras han sido descubrimientos que no puedes resistirte a preparar en cuanto llegas a casa y que desde el momento en que las pruebas pasan a formar parte de tu recetario de cabecera.

No es un secreto mi adoración por las tartas de queso, son mis favoritas y siempre que tengo ocasión preparo una. Son tan versátiles y agradecidas, tan simples y tan ricas a la vez que no necesito más argumentos para decantarme por ellas. Y si, son igual de apropiadas que las archisolicitadas tartas fondant para una celebración. ¿Por qué no?.


De hecho, así celebramos el sábado el 60 cumpleaños de mi madre. Qué ganas tenía de enseñaros la receta y las fotos.

CHEESECAKE DE CARAMELO Y TOFFE 

Para un molde redondo de 24 cm. de diámetro necesitamos:

150 gr. de galletas maría (1 tubito)
125 gr. de mantequilla
600 gr. de queso de untar (2 tarrinas)
350 gr. de azúcar
350 ml de nata de montar
5 huevos
1 cucharadita de aroma de vainilla
2 cucharadas soperas de miel
100 gr de caramelos de toffee (los de tipo werthers, que si son blandos mejor, y si son duros no pasa nada, de hecho yo usé unos de la marca día duros)

Antes de nada, vamos a poner a precalentar el horno a 180º con una fuente o bandeja con agua para cocer nuestra tarta al baño maría. Tiene que caber el molde de la tarta en ella y el agua deberá llegar casi hasta la mitad de la altura del molde.

Ahora vamos con la base de la tarta. Engrasamos el molde y forramos el fondo con papel de hornear, trituramos las galletas maría y las mezclamos con 65 gr de mantequilla derretida unos segundos en el microondas. El resto de mantequilla lo usaremos más adelante para la cobertura.No tienen que quedar empapadas las galletas, sino engrasadas lo suficiente como para que se queden bien compactas. Nos ayudamos con el revés de una cuchara para presionar la mezcla en el fondo del molde.

Reservamos en la nevera y mientras preparamos el relleno de la tarta. Comenzamos triturando lo más fino que podamos los caramelos. Os recomiendo que si son de los duros los metáis unos segundos en el microondas para ablandarlos un poco antes de meterlos en la picadora y que lo hagáis con cuidado y a golpecitos ya que si no la podéis estropear. Reservamos los caramelos triturados.

En un bol ponemos el queso, 250 ml de nata (los otros 100 ml los reservamos), 150 gr de azúcar (los otros 200gr los reservamos), la vainilla, la miel, los caramelos triturados. Batimos con la batidora y vamos incorporando uno a uno los huevos hasta que la mezcla quede homogénea pero sin meterle demasiado aire para que no nos queden burbujitas que luego puedan quedar como agujeritos en la tarta.

Sacamos el molde de la nevera, forramos por fuera con papel de aluminio para evitar que entre agua del baño maría  y vertemos la mezcla sobre la base de galletas con cuidado. Horneamos a baño maría durante 1 hora aproximadamente o hasta que al pinchar con un palillo, éste salga limpio.

Mientras se hornea podemos preparar la cobertura de la tarta usando los ingredientes que teníamos reservados, es decir, 200 gr de azúcar, 60 gr de mantequilla y 100 ml de nata.

Ponemos en una sartén o cazo a fuego medio-alto el azúcar y dejamos que se funda completamente y caramelice sin grumos y sin que se oscurezca demasiado, tiene que quedar color más bien rubio. Añadiremos entonces la mantequilla derretida, mezclaremos, y seguidamente y sin apartar del fuego añadiremos la nata. Mezclamos bien hasta formar una crema de toffee deliciosa, densa. Apartamos del fuego y reservamos.

Cuando la tarta esté bien horneada (podéis poner papel de aluminio sobre el molde si veis que se dora demasiado por arriba) apagamos el horno y dejamos unos minutos dentro con la puerta entreabierta. Luego sacamos y dejamos que enfríe.

Desmoldamos, cubrimos con la cobertura de crema de toffee y reservamos en la nevera.

He de decir que esta tarta, al igual que casi todas las de queso están mucho más ricas al día siguiente, ganan mucho de un día para otro, así que podéis guardar en la nevera sin desmoldar y justo antes de servir, cuando la desmoldéis, echar la cobertura de toffee.




Espero que os haya gustado tanto como a mí.




Disfrutadla y buen provecho!!!

Ciao.






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